Innovadora técnica convierte la orina humana en material para implantes médicos

Transformación innovadora de la orina en materiales útiles para la salud y la construcción

Una tecnología revolucionaria desarrollada por científicos permite convertir la orina humana en hidroxiapatita, un mineral resistente utilizado en implantes óseos y dentales. Este método no solo ayuda a reducir la contaminación ambiental, sino que también ofrece una fuente económica y sostenible para la elaboración de materiales biomédicos y de construcción.

¿Cómo funciona esta tecnología?

El proceso científico

La investigación, respaldada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de EE.UU., utiliza levadura para descomponer la orina en hidroxiapatita. Este compuesto, que contiene calcio, fosfato y iones hidroxilo cargados, es el principal componente de hueso y esmalte dental.

Aplicaciones prácticas y beneficios

  • Implantes médicos: fabricación de huesos y dientes compatibles con el cuerpo.
  • Restauración arqueológica: uso en restauraciones y conservación de artefactos históricos.
  • Materiales biodegradables: alternativas ecológicas a plásticos tradicionales.
  • Construcción: empleo en materiales de edificación sustentables.

Impulsando la sostenibilidad y la salud

El profesor David Kisailus, de la Universidad de California en Irvine, explica que el proceso logra producir un gramo de hidroxiapatita por cada litro de orina en menos de un día. Además, el uso de levaduras económicas, similares a las que se emplean en la fermentación de cerveza, permite una producción escalable sin necesidad de infraestructura costosa, favoreciendo a economías en desarrollo.

Perspectivas futuras y desarrollo a gran escala

Los científicos están explorando formas de ampliar esta tecnología para su aplicación en impresión 3D de material para implantes, plásticos y proyectos de construcción ecológicos, promoviendo así una economía circular y respetuosa con el medio ambiente.

Referencias y enlaces relacionados

Para más información, consulta el estudio completo publicado en Nature Communications.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *