Revolucionaria medición directa de la corona de un agujero negro supermasivo
Por primera vez, un equipo de astrónomos ha logrado medir directamente la corona ultracaliente alrededor de un agujero negro supermasivo distante, que tiene un tamaño comparable al sistema solar, gracias a una extraordinaria alineación cósmica. Este avance abre una nueva ventana para estudiar los ambientes extremos de los agujeros negros en una escala hasta ahora indetectable para los mejores telescopios.
El fenómeno del ‘doble zoom’ y la observación inédita
El agujero negro en cuestión, conocido como RX J1131, se encuentra a unos 6 mil millones de años luz de la Tierra, girando a más de la mitad de la velocidad de la luz. Aunque el agujero negro en sí permanece invisible, consume gas y polvo que calienta hasta millones de grados y que brilla intensamente como un cuásar. Su corona, una especie de halo de gas extremadamente caliente, abarca cerca de 50 unidades astronómicas —el tamaño aproximado de nuestro sistema solar.
Esta medición fue posible gracias a una galaxia interpuesta, situada a 4 mil millones de años luz, que por su enorme gravedad funciona como dos lentes cósmicas superpuestas, amplificando y enfocando la luz proveniente del cuásar. Este fenómeno, denominado lente gravitacional fuerte, generó cuatro imágenes distintas del cuásar, cuyas fluctuaciones independientes permitieron a los científicos calcular el tamaño real de la corona mediante un método poco común llamado «doble zoom».
¿Qué es la microlente y cómo influyó en el hallazgo?
Las variaciones individuales en el brillo de las cuatro imágenes se explican por la microlente, donde estrellas individuales en la galaxia frontal actúan como pequeñas lentes que magnifican por momentos diferentes zonas de la corona del cuásar. Dado lo compacto de esta corona, estos aumentos parciales generaron las parpadeos detectados, una señal clave para confirmar el tamaño del halo de gas supercalentado.
Importancia para la comprensión de los agujeros negros
El potencial de esta medición va más allá de determinar el tamaño de la corona: también apunta a estudiar los campos magnéticos que rodean a los agujeros negros, fundamentales para entender el crecimiento y evolución de estos objetos cósmicos. Los campos magnéticos controlan cómo el gas cae al agujero negro y cómo se expulsa el material, afectando directamente su desarrollo a lo largo del tiempo.
Los astrónomos planean complementar estos hallazgos con observaciones en diferentes longitudes de onda, usando tanto el observatorio ALMA como el telescopio espacial Chandra de la NASA, a pesar de las limitaciones presupuestarias que amenazan la continuidad de este último. Además, el Vera C. Rubin Observatory promete revolucionar los estudios ópticos de estos fenómenos en el futuro.
Un futuro prometedor para el estudio de ambientes gravitacionales extremos
Este descubrimiento representa un avance significativo en la astronomía moderna y subraya la importancia de observar fenómenos inesperados y aprovechar fenómenos naturales como las lentes gravitacionales para explorar los secretos del universo con un nivel de detalle sin precedentes.
Para más información sobre agujeros negros y descubrimientos recientes, puede visitar Live Science – Black Holes. Además, recomendamos el artículo Recrean las primeras moléculas del universo y revolucionan nuestra comprensión del cosmos temprano para entender los avances en el estudio del cosmos temprano.
Deja una respuesta